Parece que se pongan todas las bebidas alcohólicas en el mismo saco y que todo es lo mismo, pero nada más lejos de la realidad. Demos un repaso sutil para aprender a diferenciar unas bebidas de otras.

Para conseguir que una bebida sea alcohólica se precisa primero de la fermentación. El vino o la cerveza son los ejemplos más simples que podemos encontrar y que probablemente todos conocen el proceso más o menos. De ahí podríamos obtener bebidas de más graduación que las originales añadiendo el proceso de destilación en la que los procesos de condensación y vaporización juegan un importante papel en el resultado y desde luego, en la graduación.

Los destilados pueden obtenerse de semillas, frutas, hierbas, raíces, tubérculos, flores u otros elementos. En cambio, los licores, que son soluciones hidroalcohólicas, suelen estar elaboradas por maceración, infusión o adición de alcohol, azucares u otros elementos además de la destilación. Normalmente, los licores suelen ser de frutas, de hierbas o de una combinación de ambas cosas, pero, existen cosas que rompen esta regla y podríamos encontrar licores increíbles y totalmente singulares.

Pero, los destilados de vino y, no de semillas o granos, que más conocemos, los mal llamamos licor y nada más lejos de la realidad. Estamos hablando del brandy, un apocope de la palabra holandesa brandewijn, que significa literalmente “vino quemado” y que envejece en barricas. Ya ahí viene la gran pregunta ¿el brandy y el coñac es lo mismo? Pues no… y sí. Cognac es una región de Francia donde se elabora un destilado de vino y, que envejece en barricas, tal cual el método utilizado por los holandeses en origen. Esto nos solo pasa en Europa. En Chile y en Perú se hace un destilado de vino que conocemos como Pisco, con o sin barrica.

Si lo complicamos aún más, las “holandas” es lo mismo, pero sin pasar por la barrica. Entonces viene cuando alguien dice “pues entonces es un orujo”. Pues no, ya que la materia prima para elaborarlo no es vino sino sobrantes tales como las pieles, las semillas, también llamado hollejos o bagazos. En otros países recibe otro nombre que nos sonará mucho: la Grappa. En Francia se llama Marc, en Portugal Bagaceira.

Pero volviendo a los destilados que no tienen relación con el vino, aparte de su asociación alcohólica y en muchos casos, festiva, encontramos bebidas elaboradas principalmente con cereales o con vegetales. Los de los cereales ya son más fáciles de reconocer ¿no?

El whisky, que quizás sea el destilado por excelencia, se elabora a partir de cebada, trigo, maíz o centeno. El vodka también tiene la cebada como base, aunque originariamente el alcohol provenía de la patata. La ginebra, no solo está elaborada con bayas de enebro como mucha gente piensa, sino que la base también suele ser cebada. Y lo de los vegetales viene por el ron y su elaboración con caña de azúcar y el tequila por la planta del ágave.

Una de las diferencias más populares es que el licor es dulce y el destilado, fuerte. Y ahí queda reducido todo el conocimiento respecto a estas bebidas alcohólicas tan vinculadas al vino y a la gastronomía ya que, los vinos, los licores y los destilados, todos ellos, son enormes acompañantes de la comida en el delicado arte del maridaje.

Publicado en WINEGRAPESNEWS.COM

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